EL SEXTO SENTIDO
Usa tus ojos...
para ver
la belleza de la vida,
o para ver el interior de las personas...
No los
uses para criticar maliciosamente
de cómo se ven o se visten los demás,
o para juzgar a las personas sólo por sus apariencias.
Usa tus
oídos...
para escuchar a tu prójimo
y poder ofrecerle una palabra
de aliento;
para escuchar los sonidos
agradables
que te ayudan a olvidar las
dificultades
y edifican tu interior.
No los uses como un arma,
o para envenenar a los demás,
creando cizañas, con lo escuchado.
Usa tu
olfato...
para percibir el olor de las
flores, del perfume, del amor...
No lo impregnes, con los malos
olores, como lo son el odio, el egoísmo, la traición.
Usa tu
gusto...
para saborear el triunfo de tus
metas alcanzadas;
de los logros obtenidos con
esfuerzo y dedicación...
No lo uses para saborear las
derrotas de otros, o cuando algo les sale mal.
Usa tu
tacto...
para sentir y dar amor; para
tocar a las personas
con tus deseos positivos, con
tu caridad...
No lo uses para pedir
injustificadamente, o para
golpear sin piedad.
¡El Sexto
Sentido,
el más importante...!
es el que nos da la sabiduría
para distinguir la diferencia
entre los otros sentidos; entre
el bien y el mal,
entre dar o recibir, entre
salvar o matar.
A veces miramos sin ver;
oímos sin escuchar;
olemos sin percibir;
probamos sin saborear;
tocamos superficialmente...!
¡Usa tus sentidos sabiamente;
no se trata de cuántos tengas,
sino de cómo los utilizas!
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